Según la
Convención de las Naciones Unidas, “la discapacidad es un concepto
que evoluciona y que es el resultado de la interacción entre la
deficiencia de una persona y los obstáculos tales como barreras físicas
y actitudes imperantes que impiden su participación en la sociedad.
Cuantos más obstáculos hay, más discapacitada se vuelve una persona.
Las discapacidades incluyen deficiencias físicas, mentales,
intelectuales y sensoriales tales como ceguera, sordera, deterioro de la
movilidad y deficiencias en el desarrollo. Algunas personas tienen más
de una forma de incapacidad y muchas, si no todas, podrían llegar a
tener alguna discapacidad en algún momento de su vida debido a lesiones
físicas, enfermedades o envejecimiento.” Nuestro deber como sociedad
es eliminar las barreras de toda índole que dificultan o impiden la
autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias
decisiones, y la independencia de las personas.
La edificación
y el entorno urbano contienen innumerables barreras, las más evidentes
son las físicas que impiden la autonomía de las personas con movilidad
reducida, pero, no son las únicas, también podemos encontrarnos
barreras visuales, auditivas u otro tipo de barreras sensoriales. La
legislación ha avanzado mucho, mejorando la exigencia en este sentido
tanto para las edificaciones nuevas, con el Documento Básico de
Seguridad de Utilización y Accesibilidad del Código Técnico de la
Edificación, como para los edificios existentes, con la Ley 8/2013 de
rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, que entre otras
muchas novedades, implanta el Informe de Evaluación de Edificios, o el
RD 1/2013 sobre los derechos de las personas con discapacidad y de su
inclusión social, que obliga a mejorar la accesibilidad de los
edificios existentes susceptibles de “ajustes razonables” antes del
próximo 4 de diciembre de 2017. Felicitamos a las administraciones y a
todas las entidades intervinientes, pues era y es absolutamente
necesario regular las condiciones de accesibilidad de los edificios.
Sin embargo,
no es suficiente solo con la legislación, se impone la necesidad de
concienciar y formar a los agentes que participan del proceso
edificatorio. A veces, sin grandes inversiones ni complicadas soluciones
constructivas, es posible mejorar la accesibilidad universal de un
edificio, únicamente contando con conocimiento y concienciación acerca
de las necesidades de las personas.
En esta línea,
el Consejo General de la Arquitectura Técnica y todos los Colegios de
Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de
España, en representación de estos profesionales claves tanto en la
ejecución de los nuevos edificios como en la adecuación de los
existentes, trabaja intensamente, colaborando con las administraciones y
entidades relacionadas y favoreciendo la formación y difusión de
buenas prácticas entre los técnicos.
Dentro de
esta línea de actividad en favor de la accesibilidad universal, el
Consejo General se complace en convocar la primera edición de los
Premios de la Arquitectura Técnica a la Accesibilidad en la Edificación,
cuyas bases puedes leer pinchando aquí:
La entrega de
los premios se realizará en un entorno inmejorable, dentro de la
Convención Tecnológica de la Arquitectura Técnica, CONTART, cuya
edición será en mayo del 2018 en Zaragoza.
Animo a todos
los profesionales que intervienen en el proceso edificatorio y
especialmente a los Arquitectos Técnicos, a presentar a estos premios,
sus trabajos, investigaciones y experiencias, premios que no solo buscan
poner en valor las mejores actuaciones, sino servir como medio de difusión,
concienciación y plataforma de conocimiento.
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